1-Se prepara el cacao a baño maría y sin dejar de moverlo con la brocha se añade agua hasta conseguir una textura espesa similar a la que tienen los tintes (cuando levantes la brocha no debe de gotear).
2-Se lava el cabello como de costumbre y se aplica la mascarilla como si fuera un tinte durante veinte minutos. Para que sus beneficios actúen al máximo se tapa el cabello con un gorrito de baño y se le aplica calor. Con esto conseguimos abrir los capilares y favorecer la absorción de los nutrientes del cacao. Para que estos mismos nutrientes no se nos vayan con el lavado y se fijen al cabello los últimos dos minutos date aire frío con el secador, para cerrar la cutícula del cabello.
3-A continuación lávate el cabello como siempre y envuélvetelo en una toalla para absorber el exceso de humedad sin que haya necesidad de frotarlo.
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